Paso.. de otras.

Uno no se da cuenta, se anda con cuidado, cree que no pasará de nuevo. Pones la guardia, te paras, piensas y dices "no volverá a suceder".

Me refiero a enamorarse, una cosa es salir con alguien, con otras personas, tener amigos, unos besos aquí, otros allá, un día distinto a la vez, hay quien va al cine, otro que va a cenar; otro amigo para reír, otro para las películas. Se lee raro, pero funciona, se siente uno muy bien.

Juras que no volverá a pasar, que vas a andar con cuidado, y que no vas a querer a nadie hasta que llegué la persona indicada; la que cubra todo.

Después de llorar la última vez tanto, después de tantas noches de lágrimas, de extrañar, y sentirse del carajo, quizás no sepas qué quieras, pero una cosa es cierta: Sabes lo que NO quieres. Y la primicia es: No quiero que nadie me lastime otra vez, ni me quiero volver a sentir así. No lo decimos, pero lo pensamos.

Cuando llegue; entonces, y solo entonces, quizás bajes la guardia.

Pero no, uno no controla los sentimientos, no todos. Y cuando te das cuenta ya estas nuevamente ahí, sonriendo al ver el celular, platicando solo con una persona, no sientes en que momento el mundo se detiene; te paras ahí por horas, sin darte cuenta que la gente a tu al rededor camina y haces cosas. No lo sabes, porque ya estas embobado otra vez. Y de pronto, tus amigos por día comienzan a irse nuevamente, porque tu estas ocupada hoy. Otra vez estas ocupada.

El maldito amor. Y no, no de esos donde dices "Te amo", para eso falta más, quizás no llegue en un buen rato. Solo, llegó alguien que quieres. Que tiene todo eso que Si quieres, no sabes cómo, se supone que tenías puesta la guardia, que no pasaría nadie por el muro que creaste mientras cicatrizaba la última caída. Se supone que no sabías lo que querías, pero aparece, sonríe y se te olvida en que día vives. Embobado es la palabra, así estas.

Ahí otra vez, sonriendo, saliendo con una sola persona nuevamente, dándole besos y recibiendo abrazos, abrazos que duran, y besos que curan hasta el peor mal humor. Sonriendo al pensarlo; leyéndolo, contestando. Y a eso siguen planes, que no se planearon: primero una ida al cine, luego ya es un café en la casa y una larga platica, luego sale contigo y tus amigos, y de pronto... Repito: Ya estas dentro; llega el viernes y se va el sábado temprano; a veces hasta la tarde. Y el domingo aparece nuevamente. No puedes esperar a que pase otro día, ya lo extrañas.



"No importa que no esté, lo importante es que te pienso todo el día".

Malditas cursilerías que te llegan, no importa, sonríes. Lo agradeces, y contestas otra cursilería igual: "yo también te estaba pensando".

Llegó, así sin avisar. ¿Regreso? No lo sé, la primera vez no era así, solo nos conocimos hace mucho, y son de esas cosas que no sabes ni por qué pasan. Solo pasan, de pronto nos llevamos bien, de pronto nos gusta la misma música, de pronto todo.

De pronto me encantan esos labios, y esos brazos... Solo de pronto un día ves que tiene un tatuaje que no paras de contemplar.

Acomodando parque vehícular, y ya le dejaste 3 lugares. Los que decidan juntos, porque siempre cambia planes solo para decirte "Hola" cuando llegas a casa y estar ahí sin que lo esperaras; avisa "¿te paso a ver?" y tu cambias todo... Igual solo para llegar un día de sorpresa con pizza en la mano y su "¿vemos las estrellas?". Y ya. grandes noches en la azotea con pizza, grandes noches estrelladas.
Mejor aún: cocina. Y cocina muy bien.

Paso, de otras de esas veces que solo paso y no pusiste atención para saber cómo.

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