Entre líneas

Me siento a escuchar.... nada.

Las cosas van pasando de pronto. Cuando nos damos cuenta ya es demasiado tarde, quisiéramos que todo fuera más rápido para evitar los malos momentos, o regresar el reloj para que nada hubiera pasado. Las decisiones se toman. Cuestan trabajo, si.  Pero se tomaron, no importa cómo, aunque pensemos todo mil veces, la consecuencia siempre será la misma, porque no conocemos otro escenario, simplemente, el hubiera no existe. Llegarán otros días, nubes nuevas van a aparecer en el horizonte y con ellas nuevas propuestas. Las cosas tampoco deben irse a la ligera, "todo a su tiempo como decía mi abuelo", pero no es bueno darle tanta importancia a todo. La gente si se muere de stress, pero nunca de valemadrismo Tenía 5 años cuando comencé las clases de piano en la casa, el profesor le repitió 40 veces a mi madre que esperará a que yo supiera leer para comenzar, pero mi mamá se negó, y entonces me enseñaron con colores (también los colores los aprendí leyendo partituras), el Do er

Escuchar música es un ejercicio que cualquiera puede hacer, entenderla es distinto. Similar a cuándo somos pequeños y nuestros padres toman libros para leérnoslos y después aunque no sepamos leer nuestras manitas toman los libros simulando que lo hacemos, pero en realidad sólo repetimos de memoria esas frases que hemos escuchado tantas noches. Con la música pasa algo: Todos la entienden. No hay un catálogo de “buena y mala música” solo hay sonidos, hay géneros, hay interpretes, hay gustos varios y para cada persona. Como en alguna ocasión dijo Bono “Si una canción tiene la capacidad de quedar grabada en tu mente minutos después de haberla escuchado, será un éxito”. Y en los últimos 15 años, las bandas de los éxitos se han convertido poco a poco en las “one hit wonder” o como dicen en mi tierra “esas que solo pegaron con una canción. La época dorada de bandas como Led Zepellin, The Beatles, Los Rolling Stones, etc, quedó atrás. Bowie, Iggy Pop, Joy Division, los mismos Pearl Jam y Ni

Comienza como siempre un nuevo proyecto. Ahora pienso ser feliz y dejar tanta preocupación y mal humor de un lado. Decidí eso como propósito de año nuevo, lo decidí en la cuarta copa de vodka, mientras platicaba con mi primo Beto sobre su vida, entonces me di cuenta que tanto stress no dejará nada bueno, la vida se hizo para disfrutarla y hasta hace unos meses incluso sabía que se trabaja para vivir... Mi ritmo actual (no voluntario) me había puesto a vivir para trabajar. Entonces vino la idea y se prendio el foco: Cualquier cosa puede pasar, si hay que cambiar el rumbo lo mejor es tomarlo con calma, respirar profundo y aceptar lo que venga como sea. Me encanta escuchar música, es lo unico que cambia mi estado de animo incluso cuando creo que nada podría hacerlo. Me pongo entonces a tocar el piano, dejo que mis dedos se muevan, o prendo mi iPod y dejo que la lista corra. Así es como lo pensé y como llegue a ese propósito. Hay quien ha notado el cambio, pero no quiere aceptarlo, hay otr