Me cansó de escuchar una y otra vez lo mismo. De creer cíclicamente que todo va a cambiar. Las personas no cambian, sus acciones tampoco. Como Método incondicional de supervivencia, también he creído que solo soy yo en el mundo, a veces acompañada de otro ser, para evitar sentirme sola. Hay alguien que ha decidido acompañarte, y paralelamente alguien, puede decidir irse, puede ser un amigo, un familiar, un perro quizás. Algunos viajan siempre acompañados. Otros, somos felices observando a quienes viajan.
Me gusta el café, el cigarro. Me gusta salir a mojarme cuando llueve. Odio enfermarme y las tardes calurosas. Las mentiras, y a los niños llorones que se azotan en el piso exigiendo a sus madres que solo vivan y respiren para ellos. Son egoístas. Como Egoísta es el que cree que alguien solo vive para él. Toco el piano, siempre quise aprender cello. Nunca es tarde.
Batallo diariamente con el cariño, soy una niña que creció azotándose en el piso para que su padre viviera solo para ella. No hay mas niñas en casa. Podía hacerlo. Mi madre siempre me dijo que ella no quería ser madre, pero se embarazo. Siempre me dijo que nadie le enseño a ser madre, pero cree que lo sabe todo. Mi padre no, él siempre se ríe, te abraza, se tira al suelo. No sabe ser padre, pero disfruta no saberlo.
Mi abuelo era un gran abuelo, nació para eso. Bastaba con pedir algo para que el te lo diera. Mi abuela, su mujer, nunca mostró señas de cariño. No se tomaba fotos con nosotros, no nos cargaba, y solo jugaba a hablar en un sistema de monotonías bisilabicas "HOLA, ADIOS, PUEDE, NO PUEDE, SI y NO". Era incómodo saber que existes cuando estabas en su casa. Con Don Rodolfo y Socorro todo es distinto, nunca fui nieta, mas bien hija. Mis hermanos y primos eran todos una familia, como hijos de la misma persona
Pepenamos amor, aunque nos duela aceptarlo. Queremos que alguien sea nuestro amigo, queremos salir con alguien, queremos querer y que nos quieran. No podemos ni sabemos vivir solos, sin nadie que nos llame por teléfono ni con quien pelearnos. Nos gusta sufrir pues, cuando no contestan el teléfono, cuando alguien nos llama la atención, cuando todo sale mal. Pepenamos amor.
Primicia: La gente no cambia, los humores tampoco
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