de aquel 2006...


Vivo en la ciudad de México como la mayoría de los mexicanos; cómo dice la canción “deféquense por necesidad”; me transporto en microbús,  fabuloso transporte donde día a día he conocido todo tipo de personas, desde el señor que lleva a sus hijos a la escuela, doctores que acuden al hospital, chavas fresas que utilizan el medio como diversión (a veces pareciera que vienen en la montaña Rusa). También he viajado en metro, conozco todas las líneas; es sorprendente enterarse que puedes conocer la ciudad por tan solo $2.00; y pues mejor no les platico de la cantidad de
misántropos que uno suele encontrarse.


Hace unas cuantas semanas, mientras viajaba, pude escuchar que un señor de edad avanzada, le platicaba a su pobre esposa sobre el peligro que se vive en las calles; si los secuestros, los asaltos, cruzar una calle con el peligro de que te atropellen, etc. Pero lo más curioso fue cuando dijo: Ahora imagínate si gana Andrés Manuel. Y es que últimamente la gente no hace más que platicar de eso. ¿Alguien sabe como quedaron las chivas en su último partido? ¿Cómo se llama el último disco de Bob Dylan? No es que quiera decir que hay cosas más importantes, para nada. México esta viviendo uno de los acontecimientos más importantes en su historia: ¡Hasta hace unos días teníamos dos presidentes! Pero no lo había pensado como algo peligroso; al menos no como
para compararlo con secuestros, o asaltos. Digo, la ciudad esta cerrada por muchos motivos: las lluvias que ocasionan inundamientos, los campamentos de Reforma que exigen “voto por voto, casilla por casilla” (probablemente el próximo single de la
canción del mes), tenemos construcciones de segundos pisos por todas partes, y las únicas vías alternas que quedan, son ocupadas por los miles de automovilistas que siguen las recomendaciones que una voz dicta en su estación de radio. Realmente se ha vuelto imposible esto de salir. ¡Y si es quincena peor!


Vivir en México no es tan difícil, pongámoslo así: el chilango por naturaleza repele las reglas; por ejemplo: el reglamento de tránsito. Todos los de provincia saben que si el semáforo marca rojo, significa que se el carro frena y cede el paso; en cambio en la ciudad, todos sabemos que si el semáforo esta en verde, uno avanza entre 60 y 80km/hr, cuando marca el amarillo uno mete pata y si esta en rojo nos pasamos rapidísimo con la precaución de que no exista laborando una patrulla en las cercanías.


En el norte del país por ejemplo, los autos ceden el paso para que pase un carro de un lado, y otro del otro, así, todos coordinados; uno marca la direccional y le hacen caso;
en cambio en la ciudad no, es otro mundo, los visitantes pueden pasar horas enteras queriendo salir de la glorieta de Insurgentes ¿por qué? ¡Pues por marcar la direccional! Acá en la ciudad eso es indicio de por favor no me dejes pasar. ¡¿Y qué decir de las
señoras que manejan, se maquillan, peinan, cuidan a los niños y hablan por teléfono al mismo tiempo?! Agréguenle lidiar con los peatones que se cruzan abajo del puente, los microbuseros y los taxistas.


Pero no solo los defequenses nos reímos, al contrario; cuando vamos a los estados no podemos manejar; los carros se cierran, las direccionales se respetan, los semáforos si funcionan y no son operados por un policía que no encontró otra cosa que hacer; y la mitad de los automovilistas nos recuerdan a nuestra querida mamacita por manejar tan bestialmente: “haz patria y mata un chilango”.


Tampoco hay que ser tan extremistas ¿No? Tenemos buenas cosas, los museos, los teatros, las televisoras y radiodifusoras más grandes del país, ¡Somos la ciudad mas grande del mundo!; por nombrar algunas cosas. ¿Acaso puedes ir a Guanajuato a ver
como el jefe de gobierno se parte el lomo batallando con su partido, militantes y contra el presidente? En ningún lugar he visto eso.


La verdad es que todos los lugares tienen su bonito, pero el gusto se rompe en géneros, yo mientras viajo en mi tradicional ruta 3 seguiré pensando a que se referían con “imagínate que ganara Andrés Manuel” ¿Acaso a Bush un día le preguntaron
qué pasaría si un grupo de talibánes secuestrara 3 aviones y los estrellara contra el pentágono, y las torres? Son cosas que uno jamás podrá responderse.

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