El truco.
Me resulta difícil creer últimamente. En general, creer en Dios o en eso que antes creía; se volvió a ir la fé en todo. O en las personas, en todas para ser sinceros, parece que me quede sin mis columnas, y en la caída, me di cuenta que siempre termino de pie. Lloro un poco si, pero no hay mejor sostén que mi pie.
Creer en la gente me ha resultado malito pues. Como pinche.
Basta una sola vez; alguien la caga y la caga para siempre; no soy de segundas oportunidades; no me voy, pero me quedo intranquila, sabiendo que todo volverá a pasar. Con esa desconfianza de "No mames, va a volver a pasar, la vas a cagar otra vez".
No me voy, solo me quedo sin confianza; cubriéndome nuevamente de todo. Nadie entra; a nadie le cuentas.
Y para llegar a este punto se necesita una sola cosa: una pendejada. Alguien hace algo. Y entenderemos por "pendejada" el concepto básico de "No hagas cosas buenas que parezcan malas". O lo que es igual: No permitas que piense mal de lo que estas haciendo, no rompas con la imagen que tengo de ti. No pierdas mi confianza.
Una pendejada pues. Es lo único que se necesita. Y ultimamente, la gente que me rodea, o solía hacerlo, anda muy malita de su pendejismo.
Yo no me junto con pendejos. Es la máxima.
¿Y cómo descubrimos la pendejada? La verdad es fácil, una pendejada es descubierta siempre por la poca inteligencia con la que se hizo en un origen; siempre, hecha por un pendejo. Esta claro que la gente pensante no anda por la vida cagándola. Somos inteligentes, no dejamos huella.
Pero yo tengo una manera de saberlo antes. Son tan tontos que dejan rastros visibles al primer parpadeo.
Es un truco el que hago. Se los voy a contar; la mayoría de las veces tengo la información, la maquilo, la pienso, y un día cuando ya no aguanto la suelto. Es un don mío ese de aguantar con información de todo tipo por mucho tiempo: Cómo el del día que me dijeron "estoy en el cine con mis papás"; o "yo nunca haría algo así"; y la mejor de todas "No la he buscado, no le he escrito". Pendejadas pues. Y con ellas las traiciones. Obvias siempre.
Entonces te paras ahí un día con tu información en la cabeza; le das un trago a algo y la sueltas; livianamente, como si no importara, y ahí viene lo mejor:
La gente pone su cara de pendeja; hace como que no sabe de lo que le hablas; trata de salir del problema, algunos a la defensiva, otros a la ofensiva. lo mejor es la cara de "¿y ahora que digo?". Y cuando hay cómplices, mejor; porque se saben acorralados:"¿quien le dijo? ¿le preguntó?¿ qué le dijo a él/ella?".
No me importa; yo siempre tengo todo pensado. Y me gusta ver esas caras. Me gusta incluso ver, cuando alguien se pone a la defensiva "Ofendiendose por lo que esta pasando y lo que uno pueda creer".
Un truco les digo: tener información y saberla usar.
Ahora, con ese desconcierto con el que se sabe descubierto, dele play a la siguiente canción y siga leyendo. No me importa si se ofendió en los párrafos pasados.
A veces solo invento y le atino; estas ultimas semanas le atine a 3 cosas por ejemplo. Aunque no lo crean, solo le atine. Tenía un dato: Los nombres, quizás la hora, lugares comunes. Los solte uno a uno.
Le atino y así queda descubierta la pendejada. ¿Interesante no?
Pues no. Lo deja de ser cuando la pendejada la hacen las personas que mas quieres, mas confías; en ese momento donde tu fé en Dios, en los santos, en Cristo; cuando la fé en general se desvanece por una mala noticia. Entonces la pendejada se convierte en traición; y una no termina de acabar cuando viene la otra; un oleaje magnifico de pendejadas que solo me llevan a no creer mas. A odiar incluso.
Entonces, así como revele el truco, les dare un consejo: Nunca hagan una pendejada que no les gustaría que les hicieran. Y siempre, estén a lado de la persona que los necesita, en el momento en que de verdad los requiere ahí. No por ahí, tomando con los amigos, escondiendose a ciertas horas, ocultando información o como ya lo dije: Cometiendo pendejadas.
Creer en la gente me ha resultado malito pues. Como pinche.
Basta una sola vez; alguien la caga y la caga para siempre; no soy de segundas oportunidades; no me voy, pero me quedo intranquila, sabiendo que todo volverá a pasar. Con esa desconfianza de "No mames, va a volver a pasar, la vas a cagar otra vez".
No me voy, solo me quedo sin confianza; cubriéndome nuevamente de todo. Nadie entra; a nadie le cuentas.
Y para llegar a este punto se necesita una sola cosa: una pendejada. Alguien hace algo. Y entenderemos por "pendejada" el concepto básico de "No hagas cosas buenas que parezcan malas". O lo que es igual: No permitas que piense mal de lo que estas haciendo, no rompas con la imagen que tengo de ti. No pierdas mi confianza.
Una pendejada pues. Es lo único que se necesita. Y ultimamente, la gente que me rodea, o solía hacerlo, anda muy malita de su pendejismo.
Yo no me junto con pendejos. Es la máxima.
¿Y cómo descubrimos la pendejada? La verdad es fácil, una pendejada es descubierta siempre por la poca inteligencia con la que se hizo en un origen; siempre, hecha por un pendejo. Esta claro que la gente pensante no anda por la vida cagándola. Somos inteligentes, no dejamos huella.
Pero yo tengo una manera de saberlo antes. Son tan tontos que dejan rastros visibles al primer parpadeo.
Es un truco el que hago. Se los voy a contar; la mayoría de las veces tengo la información, la maquilo, la pienso, y un día cuando ya no aguanto la suelto. Es un don mío ese de aguantar con información de todo tipo por mucho tiempo: Cómo el del día que me dijeron "estoy en el cine con mis papás"; o "yo nunca haría algo así"; y la mejor de todas "No la he buscado, no le he escrito". Pendejadas pues. Y con ellas las traiciones. Obvias siempre.
Entonces te paras ahí un día con tu información en la cabeza; le das un trago a algo y la sueltas; livianamente, como si no importara, y ahí viene lo mejor:
La gente pone su cara de pendeja; hace como que no sabe de lo que le hablas; trata de salir del problema, algunos a la defensiva, otros a la ofensiva. lo mejor es la cara de "¿y ahora que digo?". Y cuando hay cómplices, mejor; porque se saben acorralados:"¿quien le dijo? ¿le preguntó?¿ qué le dijo a él/ella?".
No me importa; yo siempre tengo todo pensado. Y me gusta ver esas caras. Me gusta incluso ver, cuando alguien se pone a la defensiva "Ofendiendose por lo que esta pasando y lo que uno pueda creer".
Un truco les digo: tener información y saberla usar.
Ahora, con ese desconcierto con el que se sabe descubierto, dele play a la siguiente canción y siga leyendo. No me importa si se ofendió en los párrafos pasados.
A veces solo invento y le atino; estas ultimas semanas le atine a 3 cosas por ejemplo. Aunque no lo crean, solo le atine. Tenía un dato: Los nombres, quizás la hora, lugares comunes. Los solte uno a uno.
Le atino y así queda descubierta la pendejada. ¿Interesante no?
Pues no. Lo deja de ser cuando la pendejada la hacen las personas que mas quieres, mas confías; en ese momento donde tu fé en Dios, en los santos, en Cristo; cuando la fé en general se desvanece por una mala noticia. Entonces la pendejada se convierte en traición; y una no termina de acabar cuando viene la otra; un oleaje magnifico de pendejadas que solo me llevan a no creer mas. A odiar incluso.
Entonces, así como revele el truco, les dare un consejo: Nunca hagan una pendejada que no les gustaría que les hicieran. Y siempre, estén a lado de la persona que los necesita, en el momento en que de verdad los requiere ahí. No por ahí, tomando con los amigos, escondiendose a ciertas horas, ocultando información o como ya lo dije: Cometiendo pendejadas.
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